Pienso a veces que puede que suceda quizás o talvez. Si tan solo amaneciera de noche o lloviera en un día de sol pleno... te apuesto a que sí pasaría. Imagino que "puede ser" y mi mente se revuelca en sensaciones que se evaporan en la razón. Te pido, si por alguna razón Dios olvidó el hacer su trabajo por un día, que ya dejes de hacerlo. Juegas con el anonimato y el poder que se vuelve angustia ante mi inocencia pasiva.
Te pido que dejes de hacerlo.
Sabes que pienso que al final, todos tenemos lo que merecemos.
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